domingo, 24 de noviembre de 2013

Querido invierno, y con él, su lluvia.

Me encanta la lluvia. Me ayuda a recordar y olvidar al mismo tiempo. Ese sonido del agua cayendo sobre los cristales o el suelo de la calle me trae recuerdos, buenos momentos, y a la vez me ayuda a olvidar el momento que estoy viviendo. Me lleva al mundo pasado, donde parece que todo era perfecto, esos momentos que quedarán en un rinconcito de tu cabeza para siempre, y eso es lo importante. Apreciar los pequeños momentos que con el tiempo se van volviendo grandes.
Andar empapada bajo la lluvia creo que es una de las mejores sensaciones que se pueden experimentar en esta vida. Me hace sentir pequeña e insignificante en el mundo, y esto a la vez, es un desafío. El sentirse pequeña ante algo tan grande como puede ser el mundo y aún así salir cada mañana a comérselo con una sonrisa.
Además, parece que llegan las navidades, y estas traen también muchos recuerdos, que aunque sean buenos, llenan de tristeza, debido a que son irrepetibles ya que muchas de esas personas con las que los viviste ya no están contigo, sólo están en tu memoria.
Pero hay que mirar el lado positivo, la Navidad trae también el frío, la lluvia, lo que la gente considera el mal tiempo... Aunque para mí, es el mejor tiempo que puede hacer.
Pues sólo espero que llegue ya ese mal tiempo, ese tiempo que a mi me da la vida.
Así que, que llueva, y que llueva como nunca.

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